La Crisis..
- Ximena Cárdenas P
- 29 abr 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 may 2020

A veces las crisis llegan para decirte algo. Sucede de repente algo en tu vida inesperado. Te sacude, te revuelve el mundo alrededor y de pronto despiertas abres los ojos para darte cuenta que todo cambió. Que nada es lo mismo, algo alteró el curso de tu vida para mostrarte algo que tal vez antes no veías. No querías que eso pasara pero pasó, nadie te lo preguntó, pero ahora estas ahí, sin poder retroceder y sin saber cómo avanzar. En una línea de fuego, indefenso, angustiado, como detenido en el tiempo.
A veces nuestra razón no entiende ciertos misterios. A veces nuestros sueños caen al suelo y lo único que queremos es encontrar consuelo. Pero a veces no lo encontramos, no lo entendemos, no queremos avanzar y simplemente, nos duele, nos quiebra, tenemos un dolor que nos supera, que pareciera sobrevolar cualquier límite, cualquier posible respuesta que trajera alguna calma. Una calma que no llega, porque lo que llevas por dentro te desespera, te absorbe y aunque intentas, vez tras vez, eso te vence y ya no quieres seguir. Ya no quieres luchar, te robaron eso que amabas eso en lo que confiabas, esa oportunidad, esa persona, esa historia que tu pensabas que iba tener un gran final.
El tiro puede venir de cualquier lado, no importa dónde estás, con quién estás, quién eres, la crisis va llegar. Tal vez cuando llegue, sientas que lo vas a perder todo, pero no es verdad. Siempre vas a tener un lugar a donde ir, un hombro en el cual llorar, tendrás razones para seguir luchando. Nuestra mayor debilidad puede ser nuestra mayor fortaleza. En momentos de incertidumbre reconoces en ti facetas que antes no habías descubierto, empieza a salir la fuerza que tienes por dentro o todo el dolor que se había escondido y necesitaba ser derramado para que algo nuevo surgiera para regalarte un nuevo comienzo.
No todas las crisis terminan bien, pero tampoco todas terminan mal. La crisis es un llamado, es una oportunidad que te abre un espectro de posibilidades, que te ayuda a reencontrarte y sobre todo a encontrarlo a Él. A aquel que te ha estado llamando. Al único que te está esperando. A Dios. Muchas veces en la vida nos perdemos, nos desviamos, tomamos el camino equivocado y la crisis llega para traerte de nuevo para encaminar tus pasos, para ayudarte a ver. Para hacerte entender lo que no has querido asimilar, lo que quiere asomarse en tu corazón pero no los has dejado salir. Eso , el propósito de tu vida, el motivo por el cual existes. Aquello a lo que has sido llamado pero por estar desconcentrado o por querer simplemente ignorarlo no lo has notado.
La crisis es un llamado, es una oportunidad que te abre un espectro de posibilidades, que te ayuda a reencontrarte y sobre todo a encontrarlo a Él.
No existes solamente para comprar una casa, para alcanzar una posición en una empresa o para crear la tuya. No existes tampoco para que la gente te admire y quiera ser como tu. Tampoco existes para ser el comercial más exitoso o la mujer más linda. No existes solo para formar una familia. Cualquiera que creas que es tu propósito si no se trata de entregar tu vida por otros con la guía correcta, déjame decirte que estás apoyando tu escalera en el lado incorrecto de la vida y no hay fracaso más grande que tener éxito en las cosas equivocadas. No viniste a esta vida para hacerte feliz a ti mismo, porque primero no lo vas a conseguir, sea cual sea tu ambición. Eso no te va hacer feliz y segundo, porque quien te diseño tiene en su esencia misma el amor. Por lo que si no amas verdaderamente, no habrás vivido verdaderamente.
Cualquiera que creas que es tu propósito si no se trata de entregar tu vida por otros con la guía correcta, déjame decirte que estás apoyando tu escalera en el lado incorrecto de la vida y no hay fracaso más grande que tener éxito en las cosas equivocadas.
No hablo del amor que conocemos en este mundo, un amor que parece más un apego, un vicio, una adicción, una dependencia, cariño… sexo, o simplemente una emoción. El amor es otra cosa, el amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón, ni orgulloso, ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia, si no que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.
Estoy segura de que nunca has amado cumpliendo todo lo que esta atrás. La verdad es que para nosotros es imposible. Porque el amor de este modo solo puede darlo una persona y es Dios. Esto no quiere decir que nosotros no amemos, es, solamente que para amar de la forma correcta lo necesitamos a Él. De lo contrario solamente podremos dar manifestaciones de cariño, o gestos de bondad, que llamaremos amor estando muy lejos de serlo. Porque las acciones pueden mostrar algo, que parece evidente, pero son nuestras intenciones lo que revelan lo que nos movió a esa acción sinceramente. Detrás de un ramo de flores puede haber engaño y una farsa. Por eso existen tantas relaciones repletas de sufrimiento, agresiones y emociones, que por supuesto nada tienen que ver con amor, aunque incluyen acciones disfrazadas de buenos intenciones.
La felicidad es el resultado de una vida con propósito y el propósito de tu vida te lo da quien te creó. Dice la biblia que fuiste formado a su imagen y semejanza , bueno si Jesús vino a este mundo por amor, para sanar a los que estaban enfermos, para salvar , para perdonar, para extender su misericordia para dar vida y vida en abundancia. Entonces nuestro propósito estará en caminado en seguir sus pasos.
A veces las crisis son nuestro salvavidas, para que no nos ahoguemos en una vida vacía. No quiero decir con esto que yo disfrute la crisis. No las disfruto pero las crisis dejan grandes lecciones, a veces son el golpe que necesitas para salir de la rutina, en las crisis nos re inventamos, dejamos el caminito seguro para abrirnos campo en el futuro, las crisis forjan nuestro carácter, sacan lo peor de nosotros para ayudarnos a ver en qué estamos fallando, la crisis interrumpe tu fantasía y te ayuda a ir más allá ,a ver lo que es realmente importante en la vida.
Esto que estás pasando por duro que sea, aunque ahora sea difícil de entender, aunque tal vez no pueda comprender tu dolor, sé que se puede superar de la mano de Dios y sé que Él te pondrá en lugares altos donde podrás ayudar a otros que van a pasar por lo que tu hoy estas pasando. Tu vales la vida de Dios, Él cargó con el pecado de toda la humanidad en sus hombros, aunque eso era injusto lo hizo por ti y por mí. No culpes a Dios por la maldad de este mundo, aunque Él sea todopoderoso quienes escogimos esta vida fuimos nosotros. Él es tierno, noble, bueno y jamás pasaría por encima de nuestros deseos, porque Él no es un Dios controlador, nosotros decidimos vivir una vida sin Él y estas son las consecuencias de nuestra elección, tanto sufrimiento, tanto dolor. Pero Él a pesar de que le dimos la espalda vino a esta tierra para devolvernos la esperanza, la esperanza de estar una eternidad nuevamente con Él en un mundo perfecto donde ya no habrá más sufrimiento. Él no te va a obligar a escogerlo a Él, tú decides qué camino tomar, lo que sí te aseguro es que Él va estar esperándote para envolverte en su amor que es único e inigualable.
¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Él les secará toda lágrima de los ojos, no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas estas cosas ya no existirán más. Apocalipsis 21:3-4.
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