Nada que demostrar..
- Ximena Cárdenas P
- 7 ago 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 2 ago 2021

Durante gran parte de mi vida tomé decisiones que realmente no quería tomar. Sin darme cuenta vivía una vida que no era la que yo quería vivir. Es como si estuviera viviendo la vida de alguien más. La gran mayoría del tiempo me la pasaba pensativa, encerrada en mis adentros contemplando el porque de tanto aburrimiento y falta de expectativa sobre la vida. Trabajé en diferentes organizaciones que parecían ser el sueño de mi infancia hecho realidad pero en el momento en el que se hizo real parecía más abrumador que enriquecedor. Realmente no me sentía contenta, era muy frustrante ir a trabajar todos los días, porque a pesar de que ascendía en lo que hacía sinceramente mi corazón no estaba allí.
Me tomó mucho tiempo entender lo que me sucedía. Pensé que esa era la vida que se suponía debía vivir. Tener un trabajo, una familia y buscar el éxito en lo material. Ese era el resumen de mis expectativas frente a la vida . Me pasaba todo el tiempo intentando alcanzar el prototipo de mujer ideal, mostrando una faceta de mi frente a las personas de una mujer profesional, inteligente, que además era excelente ama de casa y esposa. Muy alejado de la realidad. No porque no fuera inteligente, profesional o buena ama de casa. Si no porque el concepto que encerraba esas bondades para la sociedad, según lo que yo pensaba, era realmente difícil de alcanzar. Vivía realmente presionada todos los días. Ejerciendo yo misma una presión sobre mi vida que yo no podía ni siquiera manejar.
Me convertí en una mujer aislada. Dura por fuera y muy frágil por dentro. Una mujer diligente en todo pero realmente frustrada. Quería ser buena para mi esposo, quería ser buena para mis padres, para mi familia, amigos para todos , pero nunca pensé en mi. Tampoco escuche la dirección de Dios en mi vida pero lo culpé por todas mis decisiones, atribuyéndole a él la culpa de porque sentía lo que sentía. Mi vida era una puesta en escena, recuerdo como alguna vez alguien en medio de mi depresión me lo dijo con sinceridad, "creo que estas actuando todo el tiempo, esa no eres tu , y ni siquiera te has dado cuenta".
Me pasó lo mismo cuando conocí a Dios, pensé que él era demandante todo el tiempo y que para agradarlo tenía que ser buena. Tenía que hacer lo que él ordenaba, porque o si no, él no iba a amarme. Pero nunca entendí de qué se trataba la gracia. Tuve que pasar por muchas situaciones en mi vida para por fin comprender que es al contrario, que él me amó primero y por eso me escogió , para ser transformada a la luz de su perfecto amor. Por su gracia, sin esperar nada a cambio ,envió a su hijo a morir en una cruz para que yo pudiera ser salva. Porque él sabía que no había otra forma de sentirme llena, si no en su presencia. Él no necesitaba de mi, yo necesitaba de él. A pesar de esto, me tomó demasiado tiempo entenderlo y aún no comprendo por completo su grandioso amor.
Cuando conocí su verdad, quise poner en práctica lo que dice la biblia y me esforcé muchísimo para darme cuenta que una y otra vez fallaba y que una y otra vez me costaba cumplir con los mandamientos. Sufría mucho por eso porque pensaba que estaba decepcionando a Dios, pero también a la gente a mi alrededor. Me metí a servir en una iglesia porque realmente quería hacer cosas buenas, pasaba la mayoría del tiempo dando mi tiempo en actividades de la iglesia, no descansaba bien, tampoco compartía suficiente con mi esposo, porque entre el trabajo y las actividades en las que me inscribía realmente no quedaba mucho para los dos. Ni para visitar a mis familiares, prácticamente mi vida era esa.
Con el tiempo empecé realmente a aburrirme de ir a la iglesia, de asistir a todo. Ya no quería ir a nada. Empecé también a alejarme de Dios porque me sentía abrumada y sinceramente me dije para mi misma. Esto no es para mi. Si una relación con Dios es así, la verdad creo que no voy alcanzar el estándar. Quise renunciar y dejé de ir a todos lados para concentrarme en mi familia y en mi. Increíblemente aunque me sentía culpable por dentro por no hacer lo que se suponía que "debía". Realmente sucedió todo lo contrario, me adentre en una relación con Dios excepcional , real. Donde pude conocerlo. Pasaron demasiadas cosas para llegar a este punto pero en resumen , fue él quien me atrajo con lazos de amor me mostró su verdadera cara, me enseño como era estar en su regazo, y me dijo claramente al oído... No tienes nada que demostrar...
Fue él quien me atrajo con lazos de amor me mostró su verdadera cara, me enseño como era estar en su regazo, y me dijo claramente al oído... No tienes nada que demostrar...
Estamos acostumbrados a que si alguien nos da algo bueno es porque algo espera de nosotros. No podemos creer que alguien nos de algo grandioso sin pedir nada a cambio. Estamos todo el tiempo luchando para que otros vean algo bueno en nosotros. Para sentirnos suficientes. Volcamos todo nuestro esfuerzo para que las personas que amamos, puedan ver en nosotros personas grandiosas. Me he dado cuenta que la mayoría de personas que conozco tienen fuertes inseguridades en su vida. Todas en distintas áreas. Pero la mayoría , tiene inseguridades relacionadas con su identidad. Escribo demasiado sobre esto porque encontré en mi experiencia de vida el deseo y la pasión de escribir para mostrarles a otros lo que yo viví, con la intención de que no atraviesen lo mismo o ayudarlos en su dolor si es que están sufriendo por eso.
No creo en la falsa humildad de las personas, no creo en la dureza del corazón. No creo en la gente que no escucha y solo quiere dar su opinión. Creo firmemente que esa solamente es la muestra de un corazón herido profundamente, un corazón inseguro. Lo hablo desde mi experiencia, por su puesto , porque aún lucho con no caer en eso. Creo que las personas que se muestran vulnerables y son capaces de hablar de su dolor, de exponer sus debilidades, son personas realmente fuertes, se necesita valentía para hablar de tus heridas. Estas personas han entendido que su valor no se determina por sus debilidades. Una persona que derrama su vida y es capaz de decir que algo le cuesta y que quisiera cambiarlo y acepta el dolor , realmente logra aprender de él y crecer. Dice la biblia que Dios se perfecciona en nuestra debilidad. Qué él escogió a lo vil y menospreciado para avergonzar a los sabios de este mundo. A esto se refiere con que él no busca personas perfectas o capacitadas porque él más que nadie es consciente de nuestra imperfección de nuestras miserias y él quiere llenar esos espacios con su amor.
Si tomaste malas decisiones en tu vida y no has podido sobreponerte por el dolor que eso te causó, si crees que le fallaste a alguien y no te perdonas y por eso te obsesionaste con ser una persona íntegra que nunca más le falle a alguien, te digo que no vas a conseguirlo porque eres imperfecto y tu vida no debe ser motivada por ese dolor y tampoco tus decisiones. Si haces lo que haces para demostrarle a tus papás que eres inteligente o que eres bueno en algo. Si ruegas porque alguien vea algo bueno en ti. No lo hagas. Tu eres único(a) y no necesitas que alguien afirme tu identidad, solamente Dios.
Yo comprendí que todo lo que hacía lo hice en gran parte porque pensé que era lo correcto, pero no era lo que yo quería y tampoco necesariamente era algo bueno.
Aunque los demás te digan como se supone que debe ser tu vida, yo te aconsejo desde mi poca experiencia que busques a Dios y le pidas a él dirección . Nadie te conoce mejor, él sabe lo que alegra tu corazón , él te va guiar de forma en que tu puedas realizarte en tus sueños con la intención correcta del corazón. No necesitas ser " correcto" o "bueno" para acércate al corazón de Dios. Él te ama, y ve en ti lo que otros no. Él quiere reconstruir lo que alguien más rompió. Él es especialista en sanar el dolor. No importa lo que hayas hecho antes, o lo que estás haciendo ahora, se sincero con Dios , arrepiéntete del daño que hayas podido causar en ti y en otros.. y deja que Dios haga el resto.
Confiesa tu sed, tu necesidad de ser amado(a). Jesús tiene su gracia disponible para que fluya como corriente refrescante de agua viva para tu alma seca, agotada y sedienta. . Quizá has sentido esa sed pero no la reconoces.. es tu alma que busca alivio . Todos luchamos con cualquier tipo de presión , pecado o carga en algún momento. Suelta el control, no necesitas caerle bien a todo el mundo, ser importante según los demás , no necesitas nada más que a Dios. No eres suficiente, y eso está bien... Nadie lo es.
Solo ÉL. (Jesús)
Mateo 11:28
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
Juan 4:14
pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
Mateo 11:29-30
lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma;30 porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.»
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